Es muy común que cuando un año se va y llega otro ( gracias a Dios) hacemos una serie de propósitos, todos queremos estar mejor, es lo natural.
Sin embargo, lo que ni todos paran para reflexionar, es que lo que puede ser bueno para unos, puede que no sea tan bueno para otros y que todas las cosas dependen del cristal con que se miren.
Nuestra sociedad nos tiende una trampa al establecer lo que es bueno, lo que es normal y creando algunos modelos de conducta a los que tenemos que ajustarnos y a veces, fuimos entrenados sin darnos cuenta para esto.
Delante de este panorama, aparece un tipo inteligente como El Kanka y nos hace pensar con esta joyita.
Propósitos de año nuevo
Ahora que llega ya el final
De este año dos mil y pico
Nos toca mirar hacia atrás
Y recordar lo que hemos vivido
Para tratar de mejorar
Y que no pase lo de siempre
Sin más demora, aquí van
Mis propósitos del año que viene
Tendré que empezar a fumar
Y ganar unos kilitos
Cuidarme menos, salir más
Voy a empezar ahora mismito
Quiero gastarme mucho más
En cosas que no necesito
Y voy a dejar de ir ya
A los martes de fulbito
Ay, qué aburrida es la perfección
Me gusta más navegar cuando llueve
Ay, rodaré mi escena sin guión
Hagamos por una vez lo que no se debe
En este año que vendrá
Tomaré menos potasio
Voy a tratar de no ahorrar
Y a quitarme del gimnasio
Voy a remar sin dirección
Desde enero hasta diciembre
Y a limpiarme el culo con
Mis propósitos del año que viene
Me gusta más navegar cuando llueve
Ay, rodaré mi escena sin guión
Hagamos por una vez lo que no se debe
Hagamos por una vez lo que no se debe
¿ Te das cuenta? En esta canción has aprendido a como expresar propósitos, acciones futuras. Principalmente se han usado dos estrategias: Los verbos en el futuro y la estructura
"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría más valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan, y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma. Dios mío, si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, esperaría a que saliera el sol.
Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos y viviría enamorado del amor.
A los hombres les probaría cuan equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse! A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por vez primera, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas las cosas que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo.